09 abril, 2011

El misterio de la Casa Hill

Siempre creí que la casona aquella guardaba sus secretos, pero jamás llegué a imaginar lo que ahí me esperaba; vista desde afuera no es más que una casa más de aquel vecindario venido a menos, excepto para mí ya que mi memoria me remite a que alguna vez estuve ahi, pero que no recuerdo con detalles.
Con pasó firme me dirigí a aquel lugúbre lugar, lentamente subí los escalones hasta que llegué a la puerta, observó con cierto asombro que está entre abierta. Una vez dentro me veo obligado a prender la linterna ya que la obscuridad que habita es pasmosa y despide un olor que de momento nose describir pero abruma, el ambiente es realmente pesado, y como puedo camino hasta la mitad de la entrada, me percato que las paredes estan manchadas de algo, me acercó un poco más pero algo me lo impide, lo rodeo y alumbro solo para darme cuenta que se trata de un cadáver que ha sido brutalmente masacrado.
Camino dirigiéndome hacia el piso superior y en los escalones justo al dar vuelta me encuentro una gran mancha de sangre coronada por un brazo cercenado, lo apartó y sigo avanzando, tremulo por lo que me pueda encontrar pero con la firme desición de saber que diablos pasó ahí; recorro el gran pasillo lleno de muchas puertas, todas ellas pintadas de blanco y por lo que parece sucedió no hace mucho, aunque una de ellas no ha sido terminada como es debido, avanzó unos metros y tomo el picaporte pero este no cede, entonces quiere decir que algunas puertas están con cerrojo, mi curiosidad es tal que me dirijo hacia cada una de ellas, hasta que encuentro una abierta;
Entró, y como está todo oscuro, prendo la luz, pero está es muy mortecina por lo que me veo obligado a utilizar una vez más mi práctica linterna, el horror de lo que antes vi no es nada comparado con lo que está enfrente de mi; un cúmulo de cuerpos mutilados, apilados cual sí fuera ropa sucia, uno tras otro, el sádismo que los cadáveres muestran es inaudito. Con asco y con el estómago revuelto avanzó sobre el amplio cuarto, llegó a una puerta, la abro y salgo con premura.
Olvide mencionar que antes la decoración tenía algo de antigüedad, como sí se tratase de una casa estilo victoriano pero al abrir ésta puerta noto que todo ha cambiado dramáticamente, tiene algo de parecido al corredor principal pero está vez todo el pasillo es blanco, incluyendo el tapiz y las puertas aledañas.

>>Parte 1/3

El misterio de la Casa Hill II

Me gustaria saber que es lo que esta pasando aqui, todo es tan iluminado y resplandeciente, 
que por un momento pienso que es uno de esos lugares que nunca me gustaron del todo pese a estar un tiempo ahi recluido;
Un ulular muy caracteristico transporta mis pensamientos y casi creo ver a lo lejos a una chica en bata, camina de manera lenta y pausada, trae consigo una base para las bolsas de suero
el cual apenas y la sostiene, el cabello revuelto. largo y le cubre media cara;

Avanzo hacia donde se encuentra y noto que se ha dado cuenta hacia donde me dirijo, percibo su mirada apesar de que no puedo ver sus ojos, esta es penetrante, fria, llena de desconfianza y amargura.

Una vez que me encuentro enfrente de esta chica, trato de hacerle algunas preguntas tipicas,
pero solo recibo silencio como respuesta; 
Sin aviso previo, se arranca el cateter y me arroja la base del suero salpicandome del extraño liquido color ocre mezclado con su sangre, echandose a correr como alma que lleva el diablo, al principio pense que era porque vio algo detras de mi e hizo que se asustara, a lo cual reacciono volteandome enseguida,
pero el mayor error no fue ese sino lo que sucedio despues, trate de alcanzarla, corri y corri, di vuelta varias veces, subi y baje escaleras con desesperacion, notando extrañas coincidencias como andar en circulos, 
giro y noto que se detiene ella por fin en algun pasillo de aquel infame lugar.

Era el mismo pasillo que habia estado cuando recien entre y es donde se encuentra aquella pila de cadaveres en aquella puerta del fondo; 
raro el detalle ya que sabia muy bien dado el acceso forzado que tuve que hacer al no estar todas las puertas abiertas, y la ruta alterna que decidi tomar y al parecer ella conocia todo esto a la perfeccion, 
no sin mencionar de tener la vaga sensacion de conocerla en todo momento
 asi como el preguntarme que clase de juego torcido es este?!!...
Parada a mitad del corredor inmovil como retandome, a paso lento pero firme avanzo, me fui acercando mientras le hablo con palabras dulces y le insto a que no corra de nuevo
ya que este lugar es peligroso y lo mejor seria escapar juntos.

Como de costumbre su incomodo silencio, y antes de que pueda pronunciar una palabra mas, 
aparta su larga cabellera negra con las manos con cierto desden,
vislumbrando un  rostro terriblemente desfigurado y repleto de quemaduras
 hondas y profundas; toda su faz se ha tornado siniestra y amenazante,
profiere un grito tan agudo que me hace retroceder asustado de sobremanera,
me repego a la pared esperando lo peor; Ella solo esboza una mueca sardonica
da unos cuantos pasos y de improviso teniendo su  maligna cara frente a mi, 
me tiene del cuello, apretando con inusitada fuerza sobrehumana, para despues aventarme energicamente 
de pared a pared, en repetidas ocasiones lleva a cabo la brutal accion, 
impotente no hago mas que tratar de gritar y suplicar que me suelte!!

Pero por lo visto, ella no piensa lo mismo, solo resta esperar mi triste fnal, 
y mientras voy sintiendo la caracteristica debilidad en mis extremidades e inexorablemente la vida.. 
mi vida pende de un hilo, cual parca ha decidido cortarlo,
es que ella musita en voz muy baja a mi oido, que casi parece que al recitar aquello me diera su sentencia, resonando en mi cabeza y en la memoria, 
hasta el total desvanecimiento,
y luego NADA!!!...

>>Parte 2/3


El misterio de la Casa Hill III

Bruma, frio, silencio y soledad, es lo único que siento muy adentro de mí,
es esta pesadumbre que no se va, esta maldita nostalgia salida de nose donde...

Y es lo único que he podido leer de aquel cuaderno que me encontre en aquella casona y que ahora sé, le pertenecio a aquella chica que murío de manera por demas dramatica.

- Deja de decir idioteces! Si ambos sabemos lo que pasó... jajajajaja
- Dime Larry, él quíen es?
- No soy Larry, imbecil... mi nombre es Randy.
Y voy a matarte como mate a todos esos hijos de perra en aquel infame lugar jajajajajajaja
- Bien, me voy...
Y el psiquiatra sale de la estancia controlada, dejando al paciente.

- Hoy, es 23 de Noviembre, yo Thomas Goldstein, psiquiatra, realizo mi chequeo semanal sobre el paciente Larry Pilgrim, quien no ha presentado mejoría desde que se le diagnostico Trastorno de Personalidad Múltiple, y me parece una verdadera lástima ya que he podido comprobar en contadas ocasiones que entre más tiempo pasa el personaje Randy se apodera cada vez más de Larry; y fue él quíen asesino a todas esas personas en la casona Hill, la misma que años antes fue un centro psiquiatrico infantil/juvenil; el mismo del que escapo y amigo de la joven Rachel, pero que Randy nunca acepto.

En fin, todo un caso, afortunadamente ese jueves pudimos rastrearlo y la policía no tardo en llegar, sin embargo aun no sabemos que fue lo que vío,
ya que despues del violento espasmo,
cayó desmayado; tal vez algún evento paranormal ya que se dicen muchas cosas
acerca de esa casona abandonada...

>>Parte 3/3

Suspicacía Salmantina

Sábado; siniestros sonidos
 surcaban sombríamente Salamanca.

Sintiendose solitario,
Sergio, sentado sobre
su suntuoso sofá,
suspiró, sopló,
salpicó saliva,
saltó súbitamente.

Sordos silbidos sonaban...
susurros sigilosos:
- Soy Silvia!
- Salve! - silabeó Sergio -
sostendré sus secretos.

Silvia saludó, se sacó su saco satinado, 
soltó sus sandalias, se sentó. 
Sergio sirvió sendos sakes, 
salchichones saladitos, 
surubíes sin sal, 
selectas sardinas sancochadas. 
Silvia, sonrojada, 
sorbió su sake sin sonreir. 
Sólo sentenció:
- Soy solamente suya, Sergio. 
Suspenda sus sibaríticos servicios.

Silencio... sahumerios sutiles 
soplaban serenamente.
- Soy sincero, Silvia. 
Suelo soñar su sensual sonrisa, 
sus sonoros suspiros, 
sus semejantes senos salmantinos, 
símil sandías...

- Soso, soy Sueca.
- Silvia, siento singular sinsabor
Solemnemente suplico su sanción.
- Subestimé su sensiblería.
Suélteme, sátiro senil, 
sanguijuela sarnosa, sapo sobrealimentado!

Salió Silvia subrepticia....
 Sergio se sacrificó sobre su sable.
Su sirviente Sabino sorteando sapiencia sagazmente:
-Sabotaje... Salvaje sabotaje!.

Sacerdotisa sádica,
sonsaca sarpullido
salpicando sangre
sobre sábanas....
saliendo salerosa.
Sospechas suicidio?

Sabas, su segundo sólo sentenció: 
Sayona sediciosa secuestra, 
seduce samarugo sedentario, 
sopesa segar sibarita si secreto seguro sale, 
siguiendo sátira...
Sarta, sin satisfacción. 
Suscita sortilegio sacrílego sobre Sergio.
-Su silueta silente,
siendo sucubus sale sardónica, saciada, serena...
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